Empieza el año con nuevas oportunidades y retos que representan un cambio. Esto muchas veces produce incertidumbre y tensión. Surgen ilusiones y deseos de hacer mejor las cosas y hacer despliegue de nuevas habilidades y proyectos; sin embargo, la fibromialgia nos limita y surgen dudas como:

  • ¿Cómo hacer la diferencia en mi vida si me siento tan abatida, abatido con esta enfermedad?
  • ¿Cómo puedo conocerme más?
  • ¿Cómo podré ser más fuerte para los retos que se me presenten?
  • ¿Cómo generar más abundancia en mi vida?
  • ¿Cómo puedo organizar mejor mis metas y objetivos?

Para contestar estas preguntas te he preparado esta guía con cinco consejos que pueden ayudarte en el diseño de una estrategia que te sirva para encontrar respuestas y logres mejorar resultados en cada punto de tu vida. Es muy importante que siempre consideres que las enfermedades son respuesta de una serie de emociones manejadas de manera equivocada. Cuando aprendemos a manejarlas apropiadamente, entonces el cuerpo responde mejor y podemos evitar crisis de dolor incapacitantes.

1. Dedica tiempo a la persona más importante de tu vida, ¡tú!  

Eres una persona importante que amerita tiempo y cariño. Con el ritmo que llevamos muchas veces olvidamos, (o nos han enseñado), que darse tiempo a uno mismo es para gente egoísta. Esto es un error. Cuando te das tiempo en realidad significa que sientes amor por ti y eso es muy sano y valioso. Es importante hacer un alto y reflexionar que para sentirse mejor, implica observar el potencial que tienes dentro para que puedas apreciar lo que tienes y hacer un compromiso contigo. Procúrate y destina en tu agenda una hora diaria para ti. Mírate al espejo. Acéptate y si algo no te gusta de ti y lo puedes cambiar, trabaja en ello. Si sientes que te pasaste de peso, sal a caminar, haz ejercicio. Date un buen masaje en los pies en las manos, en el cuerpo. Elige un buen libro y lee. Dedícale media hora diaria a tu lectura y disfruta de ese momento contigo. Recordemos que para amar a otros con auténtica verdad, primero tenemos que amarnos a nosotros. Si estás pasando por una crisis emocional, trabaja en ella. No hay mejor avance que tomar la decisión de hacer algo por una misma, por uno mismo.

2. Agradece cada cosa que tienes.

La gratitud es una sensación grata. Es un estado emocional que procura también salud. Es un sentimiento que experimenta una persona al haber recibido un favor o un beneficio concedido. Promueve el deseo de compartir con la persona de la que se recibió el favor. Para convertirla en una cualidad es necesario practicarla. Para ello es necesario hacer ejercicio diarios donde se agradezca por cosas desde muy sencillas hasta las más grandes. Hay muchas cosas por las que agradecer pero que quizá no estamos tomando en cuenta por que estamos distraídas distraídos en muchas actividades rutinarias. No necesitas dejar de hacer tus actividades para sentir gratitud. Al contrario. Haz un calendario de gratitud, practica la gratitud cada día. Da gracias porque puedes pensar, puedes leer, porque tienes comida, porque tienes potencial para resolver tus problemas, porque tienes la capacidad de cambiar y hacer de tu vida un acto de agradecimiento constante.

3. Ten claridad en lo que deseas.

Establece claramente cuáles son tus necesidades no satisfechas. Cuáles son las cosas que te agradan de ti y cuáles no tanto. Léelas con detenimiento y enfócate diseñar un camino para cambiar las cosas que no te agradan tanto. Empieza con esta pregunta: ¿Qué quiero? En realidad ¿qué quiero cambiar? Ten valor para aceptar que no eres perfecto(a). Cometer errores es parte de la experiencia evolutiva de los seres humanos, así que al saber cuáles son tus debilidades, estarás en la posición de corregirlas y procurarte mejores resultados para ti. Haz cosas que te emocionen. Escríbelas y ponles fecha para determinar cuándo las pondrás en acción. Esto es para que tu mente sepa hacia dónde vas y que no interfiera. Si hay cosas que no te emocionan tanto, y de todas formas tienes que realizarlas, ponles fecha también y resuélvelas, verás qué satisfacción experimentarás cuando lo hayas logrado.

4. Come rico, come sanamente y duerme tus horas.

Cuando tenemos claro lo que queremos también empezamos a hacer cambios internos importantes. Uno de ellos tiene que ver con la alimentación que es todo un tema profundo y complejo pues tiene que ver con amor a uno mismo. La alimentación sana, tiene que ver con aquellos alimentos que te procuran balance de energía, una piel tersa, un cabello sedoso y una sensación de plenitud que te produce muchos beneficios en tu vida en general. Contar con un programa de alimentos balanceados y llevar una agenda de tus “pecadillos” hará que estés más consciente de esta acción llamada comer. Poner atención simplemente en lo que uno se lleva a la boca y disfrutar de esta bendición llamada alimento, pero estar al tanto de lo que uno ingiere. Si se convive con fibromialgia hay ciertos alimentos que nos detonan irritación y por tanto dolor, así que es importante acudir con un nutriólogo(a) para apoyo profesional. Además de la sana alimentación está el buen dormir. Yo sé, me van a querer colgar varios de ustedes porque sabemos que la fibromialgia no nos deja mucha opción para un descanso reparador, lo sé porque lo vivo; pero dormir bien me refiero a que hagamos ese hábito y la disciplina de dormir las horas que nuestro cuerpo necesita.

5. Agrega a tu vida diaria un toque espiritual.

Está comprobado que respirar profundamente y meditar como rutina diaria, aumenta la posibilidad de una buena salud mental y física además de prevenir muchas enfermedades que son producidas por exceso de estrés; tal es el caso de la fibromialgia. La práctica de la meditación es una práctica espiritual que permite un balance interior y que orienta a un punto de equilibrio entre la persona y la totalidad (el universo, Vida, Dios). Cada vez buscamos respuestas más profundas que tengan un significado o que brinden claridad en el propósito de nuestra existencia, así como un sentido de bienestar. Elige vivir mejor a través de la práctica de la meditación en un lugar de tu preferencia, donde no tengas interrupciones y que te provea de un espacio muy tuyo. No necesita ser un lugar apartado de todo, simplemente un lugar tranquilo donde puedas poner en práctica esto de forma regular.

Con estos cinco consejos puedes dar inicio a una lista de propósitos para un año nuevo que ha comenzado. Hay muchos temas que abordar en torno a esto, pero empecemos con estos y en las publicaciones semanales, encontrarás más información y tips para sentirte mejor.

Te deseo un 2019, lleno de alegría y logros positivos para tu vida. Toda la Luz para ti.


María Isabel Pérez

Fundadora de Supero la Fibromialgia, Espacio de Terapia. Paciente con Fibromialgia y Lupus hace 14 años. Consultora de negocios y Directora en Triyana Consultoría, organización mexicana en planeación estratégica con perspectiva de género para Recursos Humanos.

0 Comentarios

Deja un comentario

Marcador de posición del avatar

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.