Una técnica complementaria para el tratamiento de la fibromialgia es la denominada: condicionamiento operante.

¿Qué quiere decir esto?

Esta corriente toma el dolor y lo observa y lo mide, por ejemplo; la toma de medicamentos o la frecuencia con la que el paciente se acuesta por cansancio. Este tratamiento considera que estos comportamientos observables son la expresión misma del dolor.

Esta técnica se centra solamente en dolores crónicos y también fibromialgia, pues reconoce que el tiempo es lo que da oportunidad de aprender nuevas conductas.

¿Qué elementos considera esta corriente?

  1. Existe la presencia de problemas de dolor, es decir, la sensación de dolor produce la experiencia de tristeza, enojo, frustración, etc.
  2. La manera de vivir del paciente cambia por la enfermedad, por lo tanto ya no realiza actividades que le eran agradables, y en cambio realiza otros comportamientos que envuelven a su familia. Un ejemplo de esto sería la asistencia de algún miembro de la familia cada que el paciente se queja de algún dolor o necesita un medicamento.

Si bien las técnicas operantes reconocen que el dolor existe, también consideran que. como el dolor llega a ser habitual, se desarrollan estrategias para conseguir ayuda para el cuidado del propio paciente (apoyo familiar, asistencia médica, consideraciones en el trabajo, etc.). El problema es cuando el paciente se acostumbra a recibir esta ayuda en lugar de intentar disminuirla.

La importancia de este tipo de técnicas es alentar a los pacientes con dolor crónico y fibromialgia a realizar sus actividades diarias en medida de lo posible. Siempre con la posibilidad de contar con apoyo de su familia, factor de suma importancia. Pues es sabido que para la eficacia de estos tratamientos es necesario que el comportamiento de la familia también cambie.

¿Qué factores analiza esta corriente terapéutica?

  1. Se plantea preguntas como ¿Qué comportamientos de dolor debe disminuir? o ¿qué actividades diarias deben ser incrementadas?
  2. Refuerza el comportamiento mediante descansos, atención médica, medicación, etc., es decir, monitorear el progreso para que el paciente sepa que funciona.
  3. Tiene claro qué tipo de actividad se espera del paciente y la familia al final del tratamiento (lograr realizar actividades de ocio, mejorar la convivencia familiar, etc.).
  4. Evalúa si la familia está preparada y dispuesta para participar en el tratamiento y poder darle seguimiento al cambio.

Como vemos, estas técnicas se centran en la comprensión y compromiso de la familia hacia el tratamiento del paciente, quien también deberá esforzarse durante el tratamiento. Las técnicas operantes incluyen a la familia para combatir la incomprensión que existe hacia los pacientes de dolor crónico y fibromialgia.

Es sabido que un paciente con dolor crónico o fibromialgia que cuente por lo menos con el apoyo familiar reduce la gravedad de sus síntomas significativamente, por lo que en todos los tratamientos integrales u holísticos; se trabaja este tema.

Basado en:

Alcón, Teresa. El dolor crónico como comportamiento aprendido. Quaderns de Psicología


María Isabel Pérez

Fundadora de Supero la Fibromialgia, Espacio de Terapia. Paciente con Fibromialgia y Lupus hace 14 años. Consultora de negocios y Directora en Triyana Consultoría, organización mexicana en planeación estratégica con perspectiva de género para Recursos Humanos.

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