Desde los 80s el profesor en psicología James Pennebaker desarrolló una técnica terapéutica para acceder a nuestro interior y poder tener una claridad y tranquilidad emocional: la escritura terapéutica.

EscrituraSegún varios estudios que Pennebaker realizó, al narrar las historias personales se construye un significado con el que nuestras experiencias y vivencias adquieren sentido. Además ayuda a hacernos cargo de nuestras emociones, pensamientos y sentimientos.

Si bien al momento de realizar el ejercicio de escritura se puede experimentar tristeza y ansiedad, a mediano y largo plazo los síntomas depresivos y la ansiedad general reducen significativamente.

Los beneficios de la escritura terapéutica son:

  • Reducción del estrés mental y ansiedad.
  • Mejora del estado de ánimo.
  • Fortalecimiento del sistema inmunológico.
  • Incremento de la comprensión de uno mismo.
  • Capacidad de regular emociones, sentimientos y pensamientos.
  • Nos permite reflexionar sobre nuestros miedos, fobias, obsesiones, traumas, prejuicios, etc.
  • Aumenta el autoconocimiento y autoconciencia.
  • Permite la autorregulación e integración emocional.
  • Facilita la reconciliación de conflictos emocionales.
  • Enriquece la perspectiva personal.
  • Autodescrubrimiento de diferentes manera de resolver problemas.
  • Aumenta y mejora los procesos creativos y de imaginación.

Escribir emocionesLa escritura emocional puede ser una herramienta utilizada en tratamientos integrales, pero también es una actividad que se puede autoaplicar. Para hacerlo solamente debemos escribir durante 20 minutos sobre una experiencia traumática, sobre algún dolor, algún evento que nos desagrade, etc., y hacerlo de manera contínua, sin importar errores ortográficos o gramaticales. Siempre debemos tener en cuenta que este ejercicio es imposible hacerlo mal y que es totalmente confidencial.

Escribir desde nuestro dolor nos permitirá conocerlo más, y conocernos más a nosotros, permitiéndonos tomar las riendas de lo que sucede con nuestro cuerpo, y desde el autoconocimiento, poder tener control de la enfermedad.